Diseño de iluminación.

Inspirada en el poema Tiempo del hombre de Atahualpa Yupanqui, Semilla del aire nos invita a conocer a una mujer danzada por las energías cíclicas de lo humano, lo animal y lo vegetal. Este viaje nos sugiere diversos actos que transcurren evocando un lugar lejano en donde las voces de los ancestros convocan a una danza de la tierra. La obra nos sitúa en aquél rincón donde todo comenzó con el brote de una simiente, sabiendo que antes de eso, durante mucho tiempo, no había nada..

Apuntes para el diseño de iluminación
La obra plantea una doble sucesión temporal y simbólica/visual: una asociación sensorial que imbrica Amanecer con Madera, Día con Fuego, Atardecer con Agua y Fuego y Noche con la Danza de la Vida.
La iluminación toma estos ejes temporales/visuales para ordenar una sucesión de climas de calidad de luz y color. Colores fuertemente definidos, cálidos, terrosos, densos, en relación con la madera y el fuego, fríos y livianos en relación con la noche y el agua. La luz propone un espacio propio que dialoga alternativamente en unísono, en oposición y en contrapunto con el espacio que crea la coreografía.